Nací en Almedralejo (Extremadura) en 1966. Vivo y trabajo en Cádiz (Andalucía). Desde la infancia siento atracción por las artes. Me titulo como diseñador de interiores en la Escuela de Artes Aplicadas de Mérida, y me dedico profesionalmente a esta actividad desde mi propio estudio. En esta época, en mis proyectos incluyo, a menudo, murales de gran formato, y compagino el diseño con la pintura.
Aunque con paréntesis dominados por el informalismo y por el arte povera, desde mis inicios me intereso por el paisaje, tanto campestre como urbano. Mi entorno natural, así como la arquitectura que tanto me atrae, adquieren un papel predominante en esta etapa realista. En ella, el detalle, muy poéticamente interpretado con una pincelada segura, es sólo una anécdota en el cuadro, donde impera la luz y el gusto por el espacio transitado.
En 2012 me traslado a Cádiz. Desde entonces, me dedico exclusivamente al arte. Decido ahondar en el realismo interpretando la luz y el espacio de una forma diferente. Para ello me olvido del color e investigo un lenguaje plástico dotado de una poesía a la vez esquemática y plena de matices. Dicen que mis obras de grafito atrapan por la calidez expresiva encarnada en las texturas, en los contrastes, en las delicadas gradaciones que guardan las sombras y las luces. Y yo digo que, cuando me siento a trabajar, lo único que pretendo es reflejar un universo en el que se contrapongan la mano del hombre frente a una naturaleza intacta. Quiero expresar en mis papeles escenas de un carácter atemporal donde si algo debe predominar es la emoción, que es la verdadera finalidad del arte.